Cambiar el plato de ducha es una de las reformas más habituales en los baños actuales. Ya sea para sustituir una bañera, modernizar un baño antiguo o mejorar la accesibilidad, esta renovación puede transformar por completo la funcionalidad y la estética del espacio.
Ahora bien, aunque parece una reforma sencilla, hay varios factores que debes tener en cuenta antes de ponerte manos a la obra. Aquí te contamos cinco claves fundamentales que debes considerar antes de cambiar tu plato de ducha.
1. Revisa el estado del desagüe
Uno de los primeros pasos (y más importantes) es comprobar la ubicación y el estado del desagüe existente. No todos los platos de ducha encajan con cualquier instalación previa, y mover el desagüe puede complicar la reforma. Asegúrate de que el nuevo plato se adapta al sistema actual o consulta con un profesional si es necesario hacer alguna modificación.
2. Elige bien el material del plato
Actualmente, en el mercado encontrarás una amplia variedad de materiales para platos de ducha, entre los que destacan Stonex®, Senceramic®, Surfex®, acrílico y porcelana, cada uno con características y beneficios únicos que se adaptan a diferentes necesidades y estilos.
- Stonex®: Material de alta tecnología que combina resinas y cargas minerales, ofreciendo un acabado resistente y de aspecto natural, ideal para baños modernos que buscan durabilidad y diseño.
- Senceramic®: Un cerámico avanzado con base reforzada que aporta gran dureza y resistencia, perfecto para quienes valoran la elegancia clásica sin renunciar a la robustez.
- Surfex®: Resina especial con acabado mate y textura suave que aporta calidez y una sensación agradable al tacto, además de propiedades antideslizantes para mayor seguridad.
- Acrílico: Fabricado en plástico de alta calidad, el acrílico es una opción económica y versátil, ligera y fácil de instalar, con una superficie lisa y confortable.
- Porcelana: Material tradicional y muy valorado por su acabado brillante y su alta resistencia, que garantiza un plato duradero y fácil de mantener en baños de estilo clásico.
Piensa en el uso diario, el estilo que buscas y tu presupuesto para elegir el más adecuado.
(Imagen: Plato de ducha Pyros de Roca)
3. Tratamiento de antideslizamiento
La seguridad es clave en el baño. Asegúrate de que el nuevo plato de ducha tenga un buen nivel de antideslizamiento. Esto es especialmente importante si hay personas mayores o niños en casa. Hoy en día, muchos modelos de resina texturizada ofrecen superficies antideslizantes sin sacrificar el diseño.
(Imagen: Plato de ducha Terran de Roca)
4. Medidas exactas y espacio disponible
Antes de comprar, mide con precisión el hueco donde irá el nuevo plato. No olvides tener en cuenta si vas a colocar una mampara y el tipo de apertura que tendrá (corredera, abatible, fija…). Los platos extraplanos están muy de moda porque ofrecen una estética más limpia y moderna, además de facilitar el acceso.
(Imagen: Plato de ducha In-Drain de Roca)
Conclusión
Cambiar el plato de ducha no solo mejora la comodidad y la estética de tu baño, también puede aumentar la seguridad, facilitar la limpieza y ganar amplitud visual. Tómate tu tiempo para elegir materiales de calidad, mide bien el espacio y déjate asesorar por profesionales.